En 1994 irrumpió en nuestras vidas el Puerto de Serie Universal, más conocido como USB (Universal Port Bus). Desde entonces, ha crecido en uso y forma gracias a su alto nivel de competitividad ante los puertos ya existentes en el mercado. Usado tanto en cables de transmisión de datos, de alimentación y en dispositivos de memoria, su empleo se ha estandarizado a la mayoría de dispositivos de nuestro alrededor. Por ello, desde su creación hasta hoy, el modelo de conector USB ha crecido tanto cualitativa como cuantitativamente dando como resultado progresivas actualizaciones y modelos.
USB tipo A: es uno de los modelos mas estandarizados del mercado consolidando su permanencia en el 2000 con el 2.0, origen de las memorias USB y del Plug and Play en este tipo de conectores. En 2008 se desarrolló la versión 3.0 con una mayor velocidad de transmisión y carga. Compatible con el 2.0, una de las características físicas más significantes del 3.0 es su color azul (Pantone 3000C) en la pestaña interna. Actualmente la ultima versión es USB 3.1 Gen 2, superando al 3.0 en velocidad debido a que llega a los 10 Gbps.
USB tipo B: su principal uso es para la conexión de periféricos, principalmente impresoras y escáneres, al ordenador de sobremesa o portátil. También es muy empleado en discos duros externos.
Mini USB tipo B: usado tanto para dispositivos y periféricos de pequeño tamaño como para dispositivos portátiles como pueden ser cámaras y tablets. Fue uno de los conectores mas usados para móviles antes de aparecer el Micro USB.
Micro USB tipo B: uno de los conectores más estandarizado en móviles con sistema operativo Android y aparatos pequeños. Su mayor delgadez, fue una revolución en este sector ya que permitía la creación de dispositivos móviles de menor grosor.
Micro USB tipo B 3.0: aporta una mayor velocidad en la transferencia de datos y en la carga de un terminal a través de un ordenador. Es decir, pasa a un 900mA, lo que supone más de un 80% más rápido.
USB-C: conector en el que parece que desembocaran los futuros dispositivos de pequeño tamaño, gracias a su versatilidad (es reversible a la hora de insertarlo); y a su tamaño compacto pero eficiente. Con sus cuatro pares extra es capaz de proporcionar una gran capacidad de transferencia, pudiendo llegar a una velocidad de hasta 10 Gbit/s.
